Otra estrella de los #fitoestrógenos, es decir, la versión vegetal de las hormonas que se disminuyen cuando llega la menopausia, en este caso, el ajonjolí, combinando varios preparados y tomándolos con frecuencia entre semana, tendrá una gran ayuda para re-balancear su endocrinología alterada.
El ajonjolí es altamente versátil y al igual que la linaza, permite muchas y muy deliciosas preparaciones, empezando por la leche de ajonjolí que sirve de maravilla para sustituir la leche de vaca en las preparaciones, es muy fácil de hacer – como la de linaza – y su afrecho se puede usar para hacer otras preparaciones o, simplemente añadirlo a batidos o comidas en general, ojalá, sin cocinarlos.
Si bien el tahini se puede hacer con semillas de ajonjolí descortezado, germinadas y corteza, preferimos usarlo descortezado.
Tostar el ajonjolí, en una cacerola amplia y seca a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente hasta que las semillas se vuelvan fragantes y de color muy claro (no marrón), serán de 3 a 5 minutos.
Transfiera las semillas tostadas a una bandeja para hornear o un plato grande y enfríe completamente.
En un procesador se ponen las semillas de ajonjolí y se procesa hasta que se forme una pasta desmenuzable.
Agregar 2-3 cucharadas del aceite y luego procese durante 2 a 3 minutos más.
Hay que raspar la parte inferior y los lados del procesador de alimentos un par de veces.
Comprobar la consistencia del tahini, que sea suave, no arenoso y debe ser vertible.
Pruebe el tahini para sazonar y luego agregue sal al gusto. Procese de 5 a 10 segundos para mezclarlo.
En el refrigerador puede durar un mes pero puede que se separe con el tiempo, como lo haría una mantequilla de maní natural. Si esto sucede, agite bien el tahini antes de usarlo.
Porciones 1