El colágeno abunda en el cuerpo humano, representa casi un tercio de toda la proteína humana, pero hay 16 tipos de colágeno diferentes, cada uno con funciones específicas. Entonces, ¿Por qué es bueno para usted?
Cuando se habla de colágeno sólo se piensa en piel o cabello, pero, además, es el ladrillo básico de los huesos, músculos, tendones, ligamentos, uñas, cabello, vasos sanguíneos, córneas, dientes y demás. Es el “cemento” que une todas las partes del cuerpo, a medida que se envejece, el cuerpo produce menores cantidades de buena calidad, lo cual se hace visible en la piel.
¿Cómo se produce?
El proceso de producción de esta proteína inicia con el procolágeno, se combinan dos aminoácidos (fracciones de proteínas) y vitamina C, eso supone que ponemos a disposición la “materia prima”:
- Vitamina C (frutas cítricas, pimentones, acerola, camucamu, falso fruto del marañón).
- Prolina: se encuentra en claras, repollo, espárragos y champiñones.
- Glicina: calabaza, arvejas, zanahoria, remolacha, berenjena, batata, legumbres, semillas, setas, frutos secos o en la gelatina – sin sabor – que por sí sola no es sinónimo de colágeno, al contrario de lo que se suele pensar.
- Cobre: ajonjolí, cacao en polvo, marañones y lentejas.
Las proteínas son una familia de sustancias armadas con aminoácidos, su construcción depende de la disponibilidad de aminoácidos provenientes de otras proteínas que hemos desarmado, luego para obtener proteínas deben consumirse proteínas, animales o vegetales, acorde con su preferencia, pero la operación de rearmado necesita de otras sustancias como las mencionadas, para que se pueda completar y esto incluye al colágeno.
También existen comportamientos que destruyen el colágeno y una de ellas es el consumo de azúcares o carbohidratos refinados, interfieren con su auto reparación.
¿Por qué es importante consumirlo?
Es importante consumirlo de forma regular para compensar su disminución natural y mantener una buena salud de los tejidos conectivos. Como se había mencionado antes, se puede obtener a través de la alimentación, consumiendo alimentos ricos en esta proteína, como la carne, el pescado, los huevos, los lácteos y la gelatina. También se puede recurrir a suplementos alimenticios de colágeno hidrolizado, que son más fáciles de absorber por el organismo y que suelen estar enriquecidos con otros nutrientes beneficiosos para la salud, como la vitamina C, el magnesio o el ácido hialurónico.
Consumir colágeno tiene múltiples beneficios para la salud, entre los que se destacan:
- Mejora la apariencia y la salud de la piel, reduciendo las arrugas, la flacidez y la sequedad, y aumentando su firmeza, elasticidad e hidratación.
- Fortalece los huesos y las articulaciones, previniendo y aliviando el dolor y la inflamación causados por enfermedades como la osteoporosis o la artrosis.
- Favorece la regeneración y la cicatrización de los tejidos dañados por lesiones o cirugías.
- Protege los órganos internos y los vasos sanguíneos, evitando su deterioro y su pérdida de funcionalidad.
- Ayuda a mantener un peso saludable, ya que el colágeno es una proteína saciante que ayuda a controlar el apetito y a evitar el exceso de grasa corporal.
En resumen, consumir colágeno puede contribuir a regenerar el propio colágeno, pero, como siempre, se requiere tener todas las piezas completas para hacer los distintos tipos que requiere del cuerpo y eso supone consumir los nutrientes requeridos y distintos tipos de proteínas de distintas fuentes, para completar la acción del colágeno consumido. Se recomienda consumir entre 10 y 15 gramos de colágeno al día, preferiblemente en ayunas o antes de dormir, para aprovechar al máximo sus beneficios. También se recomienda acompañar el consumo de colágeno con una dieta equilibrada y variada, rica en frutas y verduras, y con una adecuada hidratación e ingesta de agua. Asimismo, se aconseja practicar ejercicio físico moderado y regular para estimular la producción natural de colágeno y evitar el sedentarismo.