El colágeno es la proteína de la juventud, un nivel óptimo mantiene las células firmes y unidas, tanto en la piel como en los músculos, ligamentos, tendones y articulaciones.
El colágeno da estructura, firmeza y elasticidad a la piel, pero su producción natural en el cuerpo se va reduciendo con los años, así que la piel se descuelga, pierde su sostén y necesitamos un aporte exterior que incremente su presencia.
El colágeno representa el 25% de la proteína corporal total en un humano, es más abundante en los tejidos conectivos fuertes y resistentes y tenemos 28 tipos diferentes. El colágeno da estructura, firmeza y elasticidad a la piel, pero su producción natural en el cuerpo se va reduciendo con los años, así que la piel se descuelga, pierde su sostén y necesitamos un aporte exterior que incremente su presencia.
El mito popular que ofrece obtener colágeno al consumir productos como la gelatina, esto es como conseguir los sobrantes de una demolición para aprovechar algunas partes en una nueva construcción, sin embargo, desde el punto de vista nutricional, a la gelatina (que es colágeno desnaturalizado) le faltan aminoácidos importantes, lo que la descarta como una buena fuente de proteínas alimenticias para hacer colágeno nuevo. Esto se hace más complejo cuando hablamos de personas vegetarianas que quieren mantener sus reservas de colágeno intactas: sólo hay que pensar en que el hueso, sin minerales, es 90% colágeno, o que la piel está formada por él en un 70%.
Pero no hay que entrar en pánico, pues los vegetarianos no tienen que ser obligatorios carnívoros, ni los carnívoros tienen que comer kilos de carnes para preservar su colágeno, tenemos 42 genes dedicados a salvaguardar los planos e instrucciones para la elaboración de colágeno y para eso sólo tenemos que buscar las materias primas correctas:
- Proteínas completas, en cada comida del día
Imaginemos las proteínas como rompecabezas, algunas de sus piezas pueden servir para armar otro tipo de estructuras, pero no todos los rompecabezas tienen todas las piezas necesarias, así que se deben combinar varios rompecabezas para, de esta manera, obtener piezas de cada uno, que me permitirán combinar y armar lo que yo quiero que en este caso es el colágeno. Las piezas individuales son aminoácidos por lo que se deben seleccionar los adecuados para armar un colágeno sin estrenar.
– Pero como en todo proceso de fabricación, además de las materias primas, se requieren ayudantes para que los procesos de fabricación se lleven a cabo, por tanto son necesarios niveles óptimos de:
– Calcio
– Vitamina D
– Ácidos grasos esenciales (omega 3 especialmente)
– Vitamina A
– Complejo B
– Vitamina E
– Antioxidantes
La calidad de la proteína se mide en términos de la facilidad de asimilación por el organismo, qué tan fácil se incorpora y en la proteína vegetal se tienen algunos faltantes que se compensan al combinar fuentes de proteínas vegetales:
Legumbre (ejemplo: fríjol, chachafruto) + Cereal (ejemplo: maíz, arroz)
Legumbre + Fruto seco (nueces, almendras)
No es buena idea combinar frutos secos y cereales ya que en ambos sus deficiencias son similares, pero tampoco se trata de combinar todo en una misma comida, esto se puede hacer a lo largo del día.
No hay que creer a quienes dicen tener el colágeno vegetal porque este no existe, el colágeno ES del reino animal y para obtenerlo hay dos formas: o se consume el producido por animales en su carne, huesos, cartílagos, etcétera o se produce EN EL ORGANISMO, consumiendo lo necesario para producirlo.