Pareciera que hemos llegado a algún tipo de tormenta perfecta: un porcentaje de gente, nada despreciable, joven y no tan joven, viven solos, su único contacto “con el mundo exterior” es su sitio de trabajo y ahora, con pandemia a bordo ¡repentinamente no hay oficina!
Esta emergencia sanitaria que nos obliga a guardarnos en nuestras casas supone una ruptura que obliga a hacer una de muchas cosas inéditas: teletrabajo, para muchos, por primera vez en su vida laboral.
Algunos pueden encontrar así su situación ideal, para otros se hace complicado manejar el cambio de rutina, el giro en la forma de trabajar: muchas videollamadas, mucha conexión, pero sin personas alrededor para hablar o, peor, cuando hay que ensamblar teletrabajo y cuidado de los niños en casa.
Algunos estudiosos han hecho notar desde hace rato, que el teletrabajo mal manejado, puede aumentar los niveles de estrés, soledad y miedo y hacernos más proclives a sufrir de ansiedad. Si a eso se suma la incertidumbre reinante generada por el coronavirus se puede constituir una mezcla explosiva. El trabajo, así sea desde la casa, ayuda para mantener una estructura de acción y distrae, pero es interesante saber qué hacer para amortiguar el estrés propio del teletrabajo.
- Primero organizar un lugar sólo para el trabajo.
Cuando no se tiene un lugar adecuado para trabajar, se termina trabajando en el sofá o un sillón, con la inevitable afectación de la postura y que luego se haga difícil separar ambiente laboral de ambiente de ocio, que también es necesario y saludable.
- Apéguese a un horario laboral fijo
Trabajo remoto no es sinónimo de trabajo permanente. Es ideal mantener un horario de trabajo claramente deslindado para permitir otras actividades, incluida la actividad física y el ocio neto, nuestro cerebro puede “trabajar en paralelo” para resolver cosas mientras desarrollamos otras actividades lo cual nos permite ser más creativos y retomar los temas con ideas renovadas, mejor que enfrascarnos y sumergirnos sin permitirse algo de ocio. Hay gente que se siente subvalorada o inútil si no declara permanentemente estar muy ocupada, ensaye a dejar una actividad para retomarla después, todo su cuerpo se lo agradecerá.
Es importante tener claro que ese es el tiempo que se dedicará a trabajar. Durante esas horas se reciben las videollamadas que correspondan, se atenderán los mensajes de trabajo, etc. pero una vez termine ese horario, hay que apagar y desconectarse, cambiar de espacio y dejar de atender a cosas del trabajo.
- Mantener la presentación personal aún que sea para permanecer enclaustrado trabajando en casa.
Es habitual en quienes empiezan a teletrabajar, aprovechar para hacerlo en pijama, esto puede ser válido un par de días, luego, al completar varios días sin ducha ni cambiar vestimenta, termina por generar una sensación de aislamiento.
- Hacer uso de aplicaciones para mantener el contacto con compañeros
En cualquier entorno es vital mantener una red de apoyo, más cuando lo habitual es trabajar fuera de casa, en contacto directo con otras personas lo que lleva a que el ambiente silencioso y la sensación de soledad incrementen los niveles de estrés. Estos pensamientos de soledad y abandono suelen incrementarse cuando se vive solo; pero viene al rescate la tecnología y aporta varias soluciones para mantenerse conectado en el entorno laboral, más allá de WhatsApp.
- Guíese tanto como pueda con un cronograma, organización y horarios.
No hay proyecto que aguante si no cuenta con un punto de partida, un punto de llegada y metas intermedias. Si no hay una organización laboral que enfoque los esfuerzos en los distintos componentes de la labor, día por día, con un horario para hacer cada cosa, puede llevar a estar perdidos y ser menos productivo de lo habitual. Es buena idea hacer una agenda y organizar el día laboral: qué tareas hay que hacer en cuánto tiempo. Los horarios de descanso, salir a comer y durante cuánto tiempo. La planificación hace más sencillo será seguir el orden, cumplir con horarios y ser productivos, todo lo cual redundará en mayor eficiencia, sentido de tarea cumplida y disminución de los niveles de ansiedad.
Lo que menos queremos es que, además de la salud física, se ponga en riesgo la salud mental.
Dr. Giovanni Zapata Gutiérrez
Especialista Terapias Alternativas
Nutrición Terapéutica