Esa es una queja que se oye con mucha frecuencia de los pacientes que llegan a mi consulta por sus problemas de colesterol o triglicéridos – casi siempre con sobrepeso -, incluso algunos protestan que comen “bastantes” frutas y que, por esa razón, no deberían tener problemas de grasas en la sangre (dislipidemias).
Con frecuencia hago una pregunta que busca clarificar la cuestión: ¿se ha preguntado cuántas vacas ha visto comiendo un chicharrón?, se supone que las vacas en un pastizal sólo comen pasto, entonces ¿por qué cuando su carne sale del matadero, se le encuentran trozos de grasa?
Los humanos, o las vacas para el ejemplo, tienen algo que se llama metabolismo que es un proceso encargado de administrar los recursos del organismo y, como necesitamos grasa – porque la necesitamos para hacer hormonas, para construir cerebro y muchas cosas más – se encarga de tomar otras sustancias, como los carbohidratos – las renombradas “harinas”- y ¡También los dulces!, y las transforma en grasas, además de lo que es grasa misma.
Así es, al consumir excesos de harinas o azúcares, estamos tomando la “semilla” de las grasas futuras. Esos panes de más, esos pastelitos o ponqués de más, esas papas o yucas de más, más temprano que tarde se vuelven azúcar y luego grasa. El cuerpo humano necesita los grandes nutrientes en cantidades específicas, para armar lo que se requiere para mantener una buena salud. Si hay exceso en algunos de ellos, trata de guardar para después el sobrante y, usualmente, lo guarda en forma de grasa en el abdomen o en la zona de las caderas, además del que pone a circular en la sangre en forma de colesterol o triglicéridos.
¿Tiene dudas o inquietudes? Nutrapédica es aprender a curar con buena alimentación que no es lo mismo que hacer dieta.
Dr. Giovanni Zapata Gutiérrez
Especialista Terapias Alternativas
Nutrición Terapéutica